La diócesis de Copiapó vivió un fin de semana de gran alegría con la toma de posesión de nuevos párrocos en dos comunidades.
Inmaculado Corazón de María de Vallenar
El sábado 26 de julio, en la parroquia Inmaculado Corazón de María de Vallenar, se celebró una emotiva misa en la que los frailes carmelitas descalzos Patricio Jara y Antonio Pérez asumieron como párrocos, tanto de esta parroquia como de la de Nuestra Señora del Carmen en Alto del Carmen.
La misa fue presidida por el obispo, Mons. Ricardo Morales y contó con la presencia del Superior de la Congregación en Chile, padre Christian Ogueda, y los sacerdotes diocesanos Mario Campillay, Mauricio Arancibia, Aquiles Altamirano y Enrique Sarneguet.
Después de la profesión de fe y promesa de fidelidad a la Iglesia, los sacerdotes p. Patricio y Antonio asperjaron agua bendita sobre la comunidad reunida en este hermoso templo parroquial vallenarino.
En la homilía, el obispo valoró la espiritualidad de los Carmelitas. Les dijo: “Antonio, Patricio, están llamados a ser intercesores de esta comunidad, Dios es misericordia y nos escucha siempre”, destacando que Dios escucha la oración perseverante y confiada. Dio gracias porque “estamos entregando estas dos comunidades parroquiales a estos hermanos religiosos que nos van a compartir su espiritualidad centrada en la oración”.
Después de la homilía ambos sacerdotes renovaron sus promesas de ordenación, y luego recibieron del obispo la fuente bautismal, el altar, y al final de la misa, los libros parroquiales y las llaves del Sagrario.
Al final tomaron la palabra los nuevos párrocos. El p. Antonio agradeció a los sacerdotes presentes, mencionando especialmente al p. Enrique, quien está cumpliendo 40 de ministerio sacerdotal. Nombró a Marcelo Lira, diácono en tránsito, “hijo de esta comunidad”, y pidió a los presentes “que nos ayuden a caminar”.
Por su parte, el p. Patricio, muy emocionado, resaltó la hermosa celebración, subrayando que lo más importante son las personas. “Sin ustedes no tendría sentido mi vocación; por ustedes soy cura, y un cura feliz”.
San Francisco, en Copiapó
Al mediodía del domingo 27 de julio, el p. Guido Castagna tomó posesión de la parroquia San Francisco, en una misa presidida por el obispo, junto al p. Mario Vignola y el diácono Ivna Farah y el diácono en tránsito Marcelo Lira.
Siguiendo el mismo rito, el padre Guido hizo su profesión de fe y la promesa de fidelidad a la Iglesia. Luego de que el obispo bendijera el agua, el p. Guido y el p. Mario junto a don Iván rociaron el agua bendita a la comunidad.
La homilía del obispo recalcó las palabras que guían a un párroco: “pedir con humildad, buscar con esperanza, y llamar con perseverancia”, invitando al padre Guido a trabajar en espíritu sinodal, especialmente con sus colaboradores más cercanos, que son el p. Mario como vicario parroquial, el diácono Iván y las religiosas de la Misión Gran Río. “Nadie trabaja en solitario- dijo el obispo, – porque ninguno tiene el Espíritu solo para sí; el Espíritu nos habla a todos”. A la comunidad, pidió acompañar al sacerdote y acogerlo como un hermano. Destacó la disponibilidad de ambos sacerdotes, y también el que ambos tengan formación franciscana: el p. Guido, que fue franciscano conventual, y el p. Mario, que estuvo con los frailes menores.
A seguir, el p. Guido renovó su promesa de ordenación y recibió la sede presidencial, la fuente bautismal, el confesionario y el altar. Al final, los libros y la llave del Sagrario, como lo indica el rito.
Cuando el p. Guido tomó la palabra, señaló que “el Señor cuenta con todos ustedes para atender a tantas personas que buscan esperanza, aquí siempre están en su casa”. Agradeció el servicio de las religiosas y de toda la comunidad y al obispo por la confianza.
Convivencias fraternas
En ambas celebraciones, luego de la misa, se compartió un momento fraterno en los patios parroquiales, donde los fieles pudieron conversar y acercarse a sus nuevos pastores y al obispo, fortaleciendo el espíritu de comunidad.